El robo interno en las empresas
Hace días, amigos, platiqué con un emprendedor de tiendas al mostrador y me manifestó su frustración porque las ventas no cuadran con su inventario e intuye que sus empleados están abusando de la confianza que les tiene. A manera de excusa dijo algo, que por cierto escucho con mucha frecuencia: “si no deja para robar, no es negocio”. ¿Qué opinan al respecto?
Creo que este dicho es del todo falso, primero, porque depende de la ambición del empleado, si este roba un monto mayor a las utilidades, de seguro habrá pérdidas y segundo porque en éste falso refrán hay un dejo de resignación que concluye en una falacia: déjalo robar, aunque sea poquito, es el precio que debo pagar por el éxito.
No, amigos, el robo en una empresa no se debe permitir, ni perdonar bajo ninguna circunstancia porque la estadística nos enseña que quien es infiel en lo poco lo será en lo mucho y cuando tu negocio crezca hasta donde lo tienes planeado, el robo, quizá hoy insignificante, se convertirá en cuantioso e insostenible.
Este problema, que por su dificultad a veces se deja pasar de largo, lo tienen todas las ventas detrás de un mostrador, imagina las papelerías, los restaurantes y las lavanderías. Todos esos negocios son proclives al autorrobo, pero, aquí viene lo bueno, no están solos en la búsqueda de soluciones.
Las grandes cadenas comerciales lidian con las mismas mermas y juntos, apoyándonos en los sistemas de seguridad electrónica, hemos logrado, en numerosas ocasiones, erradicar este delito.
Si tienes una empresa, no te resignes al autorrobo , piensa en el futuro, piensa en que cada moneda hurtada lleva consigo parte de tu siguiente sucursal y de tu éxito; piensa en que nosotros podemos ayudarte.
Te mandamos un fuerte abrazo,
tan grande como tu futuro
El equipo de Blue Guard
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